El Dortmund hace caja con Bellingham
Si hay un club que se alegra de los éxitos del Real Madrid ese es el Borussia Dortmund. Con el título de liga casi en el bolsillo para el conjunto blanco, el Real Madrid cumple una de las fáciles variables que se pactaron con el conjunto alemán en el traspaso de Jude Bellingham: ganar y con el futbolista inglés de protagonista.
Dortmund y Real Madrid alcanzaron un acuerdo el pasado junio por 103M€, más unas cantidades en variables de asequible cumplimiento. Unos extras que no podían superar más del 30% del total, pero sí que se podían disparar los ingresos del Dortmund hasta los 133,9M€. Y va camino de hacerlo.
A eso aspira el Dortmund que celebra por todo lo alto cada gol de Bellingham y cada logro colectivo e individual del ‘5′ del Real Madrid. Los alemanes hacen caja con cada éxito del internacional inglés. Sus 21 goles en todas las competiciones también engordan las variables que deberá pagar el Madrid al Dortmund. Unos logros que debe cumplir Bellingham en cuanto a partidos, minutos jugados, goles, títulos y consideraciones personales que encarrecen su traspaso de 103 millones de euros hasta una jugosa cantidad de casi 134M€. Ser elegido en el mejor once de la Champions (va disparado) o en el mejor XI del The Best son más millones para el Dortmund. Hasta acabar como máximo artillero de la liga española conlleva premio para el exequipo del jugador inglés
Bellingham es el cuarto jugador de la plantilla merengue que más minutos acumula en lo que se lleva de temporada por detrás de Valverde, Rüdiger y Rodrygo. 3.190 minutos repartidos en 36 encuentros y 21 goles. Una participación que supone un pellizco económico para el Dortmund que festeja cada partido, gol y triunfo de Bellingham en las seis temporadas en las que firmó el pasado verano con el Real Madrid como si fuera un logro propio. Una primera campaña de Bellingham con la camiseta del Real Madrid que está dejando suculentas ganancias extras a su antiguo club y sólo es su primer año... Bellingham baña en oro al Dortmund. Los amarillos se frotan las manos con el fenómeno Jude.