Un épico Donnarumma mete al PSG en cuartos
El cabeza de cartel de la jornada del martes estuvo a la altura de las expectativas. Soberbio. Como Alisson, que estuvo al nivel mostrado en la ida. Pero Donnarumma se redimió de la frustrante derrota en la ida. Dembélé anotó el único gol de la vuelta (0-1), y el cancerbero italiano decidió la eliminatoria con dos paradas en los penaltis. Épico.
Fue un encuentro frenético. Vibrante. Desde el inicio, cuando el Liverpool salió dispuesto a resolver la eliminatoria a las primeras de cambio. Salah pudo hacerlo en sendas ocasiones, pero disparó alto en el minuto cinco, y desviado en el sexto. Debió marcar el egipcio. Quien lo hizo poco después fue Dembélé. Recibió en la medular, con espacio para girarse y arrancar hacia el área, donde Barcola se la devolvió. Alisson y Konaté se lanzaron a por el esférico, con el central desviándolo y permitiendo que el atacante galo igualase el marcador global con facilidad. El Liverpool siguió a lo suyo. Adelante. Konaté quiso enmendar el entuerto con un disparo lejano que Donnarumma palmeó a córner. Los entrenadores habían advertido en la previa de la necesidad de mantener la concentración y la intensidad, dada la calidad del oponente. Sus jugadores tomaron nota de estas indicaciones. La velocidad de Kvaratskhelia, Dembélé y Barcola en la dirección opuesta hizo que el ritmo aumentase. Desapareció el centro del campo y las ocasiones se sucedieron en ambas porterías. Sin embargo, el ímpetu local empezó a reflejarse sobre el césped.
Especialmente tras el comienzo del segundo tiempo. El minuto 53, Donnarumma sacó un disparo de Alexander-Arnold, que luego estrelló uno contra el poste. Szoboszlai cazó el rechace para marcar, aunque el tanto no valió por fuera de juego del húngaro. Se vino arriba Anfield, y el propio Donnarumma. Se le acumuló el trabajo al meta italiano, que encontró la ayuda de Kvaratskhelia cuando se vio superado en el 62′. El georgiano intervino para evitar que Salah empatase el partido, sacando el balón sobre la línea después de que un córner llegase al egipcio en el segundo palo. Movió el esférico rápidamente el Liverpool. Con una verticalidad vertiginosa, y el PSG empezó a acusar las constantes persecuciones que tuvo que hacer de un lado para otro tratando de recuperar la posesión.
Slot realizó un doble cambio, y su equipo puso una marcha más. Seis minutos después de sustituir al lesionado Alexander-Arnold, Quansah estuvo a punto de poner a los suyos por delante en la eliminatoria. Cabeceó una falta colgada al área. El balón superó el vuelo de Donnarumma, pero terminó dando contra el palo y cruzando el área pequeña implorando que alguien la empujase hacia dentro o la sacase hacia fuera. Casi llorando. En la grada también estuvo a punto de aparecer alguna lágrima cuando Kvaratskhelia recibió en el vértice del área de Alisson con espacio. Para alivio local, el balón salió alto. Tras el susto, en el 87′, ambos conjuntos acordaron solventar sus diferencias en la prórroga.