República Checa 'levanta' la mano y ya está en cuartos

Países Bajos, una de las selecciones que mejor fútbol había practicado en esta Eurocopa y, por el camino que le había tocado hasta semifinales, de las favoritas para alcanzar la final del torneo, se ha despedido en octavos tras caer ante la República Checa en un duelo condicionado por una cartulina roja a De Ligt al inicio del segundo tiempo, cuando el defensa de la Juventus sacó la mano a pasear para no dejar a Schick solo ante su portero. Esa imprudencia destrozó al combinado Oranje, que ya de por sí sufría con la disposición táctica y el orden de los checos, que aprovecharon sus llegadas para citarse con Dinamarca en cuartos de final. Una eliminatoria abierta para llegar a semifinales. Histórica República Checa, quien con la ayuda de De Ligt, dejaron fuera a una de las mejores selecciones del torneo.

Frank de Boer sabía que la tarde se presentaba peligrosa. La República Checa le ha hecho daño históricamente. Y en esta Eurocopa ha demostrado que con orden y conociendo tus virtudes cualquier equipo es capaz de poner en problemas a otros rivales superiores sobre el papel. Los checos, que comenzaron algo acobardados por esa exuberancia que muestra la Oranje en su juego ofensivo, pasaron unos primeros minutos de agobio, con Memphis Depay bajando a tres cuartos y girando sin un marcaje cercano. La llegada más peligrosa la protagonizó De Ligt de cabeza. En cuanto el capitán Soucek y sus compañeros encontraron cómo emparejarse con los móviles holandeses, el dominio del choque cambió de bando.

Incluso la posesión era más checa que de un Países Bajos, que sin poder correr se convierte en vulgar. El equipo de blanco se iba animando poco a poco. Soucek, muy encima de Frenkie de Jong en un marcaje al hombre sobre la brújula naranja, tuvo la primera de los checos. Remate en plancha en el primer palo que no cogía portería. Schick también comenzaba a aparecer a la contra. La República Checa sí podía contragolpear, mientras Países Bajos se encontraba siempre buenos repliegues. Sólo Dumfries, con su poderoso uno contra uno, era capaz de romper alguna línea de presión. La mejor oportunidad del primer tiempo la tuvo Barak, con un remate por encima del larguero cuando estaba mano a mano con Stekelenburg en el borde del área pequeña, y ahí apareció como un gato De Ligt para meter la puntera de la bota y desviar. Se salvaba Holanda. La respuesta la dio Dumfries, con una jugada individual en la que llegó a línea de fondo para ofrecerle el pase de la muerte a Malen, pero Vaclik detuvo con el muslo un balón que se le colaba entre las piernas.

La roja a De Ligt

Partido nivelado al descanso. Incluso mejor la República Checa. Como la ocurrió a Italia con Austria, Países Bajos había olvidado su juego aplastante de la fase de grupos y no sabía cómo hincarle el diente a un rival que se sentía más cómodo. En las eliminatorias no se permiten fallos y los favoritos están siempre condicionados. La segunda mitad iba a ser más abierta. Malen tuvo la más clara del partido hasta ese momento con un mano a mano, tras un autopase, en el que Vaclik le adivinó el regate antes de disparar a placer. La siguiente jugada sí sería clave. Balón sobre Schick ante un De Ligt, que estaba bordeando el sobresaliente en el partido, pero que se resbaló en el momento más inoportuno y despejó con la mano para no dejar solo al delantero checo. El colegiado le mostró amarilla, pero tras ser avisado por el VAR, le mostró roja directa. Países Bajos estaba contra las cuerdas. Todo se volvía negro desde ese momento.

Jugadores como Dumfries ya no podían subir más. Le tocaba estar atrás. De Boer sacó a Promes por Malen para cerrar una banda y dejar a Depay como única referencia. Fue el propio Dumfries quien sacó un gol cantado de Kadebarek, al que había amargado en la otra área todo el primer tiempo. Se olisqueaba el tanto checo y llegó en un balón parado. Balón al segundo palo que ganó el central Kalas, cuyo cabezazo al primer palo lo cazó el centrocampista Holes para cabecear a la red. Una de las favoritas se veía fuera. En otro contragolpe, dirigido por el goleador de la tarde Holes, su pase atrás lo hizo bueno Patick Schick anotando el segundo y llevando la locura a las gradas de Budapest, donde los checos, muy menores en número, celebraban una clasificación histórica. Países Bajos se marchan con la cabeza agachada. Lejos de Amsterdam no han sido los mismos. Críticas a repartir. Tras dos ausencias en grandes torneos, salen por detrás de la Euro. La generación del Ajax 2018-19 sigue sin liderar a una selección que promete más de lo que ofrece.

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