Alcaraz remonta para meterse en tercera ronda

No se presumía fácil el comienzo para Carlos Alcaraz en Indian Wells, ante un buen rival, Matteo Arnaldi, y con la responsabilidad de defender el título conquistado el año pasado. También la necesidad, por los 1.000 puntos que logró con aquel triunfo en la final ante Daniil Medvedev. Y es que precisa llegar, al menos, a las semifinales para que Jannik Sinner, que está virtualmente delante de él, no le quite el número dos. De ahí quizá los nervios que acusó en el estreno, sobre todo en un primer set en el que cometió 23 errores no forzados y que perdió en un mal desempate. Pero luego ejecutó una remontada furiosa, de campeón, para vencer con un parcial de 12-1: 6-7 (5), 6-0 y 6-1 en 2h14.

El domingo, seguro que mucho más relajado, se medirá en la tercera ronda con un rival que le complicó mucho la vida en los inicios de su carrera, Felix Auger-Aliassime, aunque ahora el canadiense, tras un nefasto 2023, está en pleno proceso de recuperación de su mejor nivel. No obstante, aún domina al murciano de 20 años por 3-1 en el cara a cara, si bien en su última cita, precisamente en el desierto de California, camino del triunfo absoluto, se impuso Alcaraz.

Charly tiene una marca de 18-2 en sus primeros partidos en los torneos desde el inicio de 2023. Solo le amargó el estreno el húngaro Fabian Marozsan (este viernes ganó a Jarry), el curso pasado en Roma. Y hace unos días tuvo que retirarse con 1-1 en el marcador contra Thiago Monteiro en Río de Janeiro. Allí se torció el tobillo derecho, una dolencia de la que parecer muy recuperado a juzgar por lo bien que se movió en el duelo contra Arnaldi, italiano de 23 años y 40º del mundo, al que ya había ganado en el US Open 2023.

Mucho nivel

Esos 13 juegos excelsos, a partir del primer set que se le escapó, mostraron una versión ilusionante de Alcaraz, sobre todo por su drive, los golpes de derecha que sacaron de punto y desfondaron a su rival. “Orden primero y luego, arriba”, le comentaba su entrenador, Juan Carlos Ferrero, antes de rendirse a la evidencia de lo que es capaz de hacer su chico. “Con este ritmo, los ahogas”. Y así fue, Arnaldi se desinfló completamente y encajó un rosco que le quitó completamente la fe en la victoria. La requería Carlitos para alzar el vuelo y quitarse presión. A partir de ahora, el camino será espinoso y complicado, pero sabe que puede.

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